El profesor de la Escuela de Economía-UCAB, Omar Mendoza, junto con el Dr. José Contreras, profesor de la UCV, a través de una conferencia por la plataforma Zoom, realizaron una clase abierta de Macroeconomía III para conversar sobre la política industrial y el crecimiento económico en Venezuela.
El Dr. José Contreras comenzó la conferencia introduciendo el tema de la dinámica de la estructura productiva venezolana, mencionando lo importancia de que los esfuerzos que se realicen estén dirigidos a que las personas tengan mejores condiciones socio-económicas. Para esto, comentó que se debe partir de 6 grandes elementos o “deseos” que con los que deben contar las personas:
• Acceso al ingreso
• Acceso a la salud
• Acceso a la vivienda
• Acceso a la alimentación
• Acceso al transporte y comunicación
• Preservación del entorno
Destacó que Venezuela carece de la base material indispensable, mencionando entre ellos: materiales de construcción para vivienda, empleo para poder generar ingresos, elementos materiales como medicinas para la salud, entre otros; esenciales para poder cumplir estos deseos.
Contreras comentó que “para poder lograr un desarrollo importante para el venezolano, necesitamos una base productiva”, la cual se alimenta de las instituciones, la política y la macroeconómica. Para Contreras, la base se fortalece desarrollando el sector agrícola, como plan principal de crecimiento de cualquier país, seguido del sector manufacturero, siendo motor del desarrollo, y por último, el desarrollo del sector de servicios. Sin embargo, en el corto plazo, se requiere diseñar estrategias que permitan flexibilizar la restricción externa, lograr mayor consistencia entre la política fiscal y monetaria y la activación del sector público industrial para mejorar los ingresos fiscales.
¿Qué tan fuerte es la base productiva Venezolana?
Para poder responder esta pregunta el Dr. Contreras habló sobre el PIB per cápita, la productividad promedio del trabajo, el consumo privado y la remuneración de empleados y obreros. También conversó sobre los indicadores pero de manera sectorial, como el empleo, el valor agregado y la productividad.
Sobre el PIB per cápita como indicar de volúmen de producción o ingreso por persona, el profesor describió como creció desde 1920 hasta el año 1978 de manera significativa, indicando que a partir de 1978, se experimentó una caída del ingreso per cápita, con excepción del boom petrolero entre 2005-2010. Es notorio que el ingreso por persona ha disminuido, lo cual hace que la base productiva se debilite (acceso a al ingreso).
Como segundo indicador, habló sobre la productividad promedio del trabajo (elemento fundamental que fortalece el tallo, que es la productividad). Contreras comentó que a partir de la segunda mitad de los años 70, disminuyó por caída en: la inversión bruta de capital fijo por trabajador, la producción petrolera, los ingresos fiscales y divisas, productividad del trabajo; así como disminuyó por la dependencia del crédito internacional y la disputa de los excedentes de la renta petrolera decreciente.
Otro dato interesante que ofreció Contreras es que el consumo empezó a crecer luego del 1977 más que la remuneración de empleados y obreros, así como el PIB que decrece. Mencionando que esto indica que no se pagaron salarios reales por encima de la productividad y que parte del consumo fue financiado. Parte del consumo creciente por 41 años que hizo que Venezuela no cayera en crisis por un tiempo, fue pagado por transferencia y por subsidios según el profesor Contreras, el cuál en la actualidad no puede seguir siendo financiado.
Por parte del valor agregado real (tamaño de cada sector en la economía según producción) el profesor Contreras comentó que se escogieron 10 sectores, de los cuales el de servicio fue el que mayor impacto tenía en la economía, mientras que el sector manufactura (que es el motor de desarrollo de la productividad) en Venezuela empieza a perder espacio a partir del año 1985-1986.
Sobre el empleo, el sector servicios aportaba un 60% aproximadamente de empleados del país y el manufacturero perdió capacidad de generar empleo, así como el de agricultura, lo cual hacía que dichos empleados pudieran migrar al sector servicios.
El profesor concluyó durante la conferencia que en los países en vías de desarrollo o desarrollados, los sectores que deberían crecer y ganar espacio siendo más productivos, son el manufacturero y el agricultor, fenómeno que no pasaba en Venezuela. Analizando como en el país se ganaba participación en valor agregado y empleo en las actividades que son de baja productividad (sector servicio), lo cual, generaba, genera y generará problemas a la economía venezolana.
Comentó que para poder arrancar un proceso de producción se debe recurrir al sector externo, que actualmente está bloqueado para financiar al país.
Además de lo anterior, Contreras dio datos interesantes de la economía venezolanas, como:
• El 40 % del consumo intermedio que requiere el sector productivo nacional es de origen público.
• La mayoría de actividades en manos del sector público son cuello de botella, es decir, que muchos sectores le compran para que esos demandantes puedan producir otros bienes.
La política industrial es fundamental para el crecimiento económico en los países en desarrollo. De esta manera se estimularía pasar de una situación intensiva en la explotación de un recurso natural hacia un equilibrio con predominancia de actividades económicas con rendimientos crecientes a escala, que contribuirían a fortalecer el crecimiento económico de manera autosostenida.
Cabe destacar que en el diseño de la política industrial es necesario considerar varios elementos, entre ellos:
1) Mejorar el diseño institucional;
2) Disponer de una estrategia de financiamiento hacia los proyecto productivos y que sea efectivamente canalizada hacia el propósito de su instrumentación;
3) Fomento de las capacidades técnicas, que contribuyan a mejorar los procesos y a acometer las iniciativas de producción de una manera más efectiva;
4) Estímulo a las exportaciones, con el propósito de contribuir a mejorar en términos de ventajas competitivas y, de esta manera, insertar los productos nacionales en los mercados foráneos. De allí que el estímulo a las exportaciones facilita la innovación al tiempo que contribuiría al fortalecimiento y diversificación del aparato productivo nacional;
5) La cantidad de activos financieros externos que se disponga es fundamental, en particular en las primeras fases de instrumentada la política. Una vez que las empresas contribuyen a generar divisas, esta dependencia de recursos en divisas mantenidos por el sector público dejaría de ser esenciales para apalancar el crecimiento económico.
La conferencia finaliza con un espacio de interacción con el público presente junto con el profesor Omar Mendoza y el Dr José Contreras. Sigue a la escuela de economía en sus redes sociales para más información sobre futuras actividades.
Fuente: José Contreras
Redacción: Juan Lino. Edición: María Fernanda Bermúdez